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Thursday, February 16, 2012

Se acabó la ropa vieja

Se acabó la ropa vieja
Jueves, Febrero 16, 2012 | Por Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba, febrero, www.cubanet.org -Desde que el reverendo
estadounidense Lucius Walker murió, hace más de un año, los cubanos no
podemos disponer de la ropa vieja que traía a Cuba, como donación, el
líder de la organización Pastores por la Paz, en caravanas que lograban
burlar el llamado bloqueo contra Cuba.

Es cierto que muchas de las piezas de vestir que traía el reverendo
estaban deterioradas, pero bien recuerdo que si se buscaba con paciencia
en aquellos cajones de cartón donde las echaban, y en muchas ocasiones
hasta regadas por el piso de locales improvisados para la venta –porque
aunque eran supuestamente "donaciones para el pueblo de Cuba", el
gobierno las vendía-, se podían encontrar piezas con poco uso y algunas
hasta sin usar.

Ahora, comenta mi vecina Chelo, que no hay ni ropa vieja. Se pregunta
cómo podrá vestirse en lo sucesivo, ya que las ropas que venden en las
tiendas recaudadoras de divisas, importadas de China, son en su mayoría
tallas muy pequeñas y con diseños juveniles.

"Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde", me dice Chelo, inconforme
con su suerte, segura de que en China no hay ancianas altas como ella,
pasadas de peso y con el trasero voluminoso que tanto abunda en nuestro
archipiélago.

Realmente tenemos que aceptar que la ropa vieja que se vendía, no sólo
en divisas, sino también en pesos cubanos, resolvió un gran problema del
pueblo, que casi andaba en cueros cuando, en 1968, no quedó títere con
cabeza, y las tiendas fueron clausuradas para convertirse en locales
para viviendas de familias numerosas. Y peor después, a partir del
Período Especial, luego del derrumbe del campo socialista europeo, del
que dependía Cuba para todo.

Pero como los cubanos somos como somos, el cubaneo que se armó en contra
de la ropa vieja fue demasiado. La prensa independiente criticó muchas
veces esa venta humillante, que no merecían los cubanos de a pie. Ahora
extrañamos, sí, lo digo sinceramente, extrañamos el sayón de bambula con
florones que, aunque recontrausado, y por más que sólo nos sirviera para
unos meses, era todavía lindo y se adquiría a buen precio.

Y también extrañamos los jeans de buena marca, muchas veces sin roturas,
sin mucho desgaste; o los pullovers americanos con letreros de colores
llamativos y con frases que tanto gustaban, propias de un país libre, no
las aburridas de los pullovers que produce el gobierno para ocasiones
especiales, y que siempre dicen algo del Che, o Los Cinco volverán.

Ahora, en las tiendas, se venden los pullovers hechos en China, que sólo
les sirven a muy pocas jovencitas, que están planchaditas por un lado y
planchaditas por el otro, como las chinitas.

Es por eso que cuando Chelo me preguntó cuándo vendrán de nuevo las
caravanas de los Pastores por la Paz con su carga de ropa vieja, puso
tremenda cara de disgusto al escuchar a otra vecina que le dijo:
"Olvídate, que de Lucius Walker sólo nos quedan las cenizas".

http://www.cubanet.org/articulos/se-acabo-la-ropa-vieja/

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