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Wednesday, January 13, 2010

LA MISERIA, EL PAGO DEL CASTRISMO A LOS HUMILDES QUE UNA VEZ CREYERON EN EL

LA MISERIA, EL PAGO DEL CASTRISMO A LOS HUMILDES QUE UNA VEZ CREYERON EN EL
2010-01-13.

(www.miscelaneasdecuba.net).- El señor Rey Apolonio Solis Faure, alias
"La Urraca", se dirige a mí testimoniando su ejemplar historia
revolucionaria. Urraca vive en calle 4ta. No.25 interior entre C y D,
Reparto La Gomera, Santa Clara, Villa Clara.

"Convivo con dos hermanos en una choza en crítico estado constructivo,
actualmente no tengo vínculo laborar, pues sin compromisos laborales
obtengo mejor entrada de dinero, que el que ganaría en un centro
laboral. En esta choza diariamente ingerimos cualquier bebida
alcohólica, siempre y cuando sea barata. Ya al anochecer nos acostamos a
dormir, muchas veces sin haber ingerido alimentos, totalmente ebrios. Es
decir nuestras vidas han perdido el motivo de ser. Tengo 63 años sin
esperanza de un retiro".

"Pienso que con la miseria que me pagarían por mi jubilación tampoco
podría resolver mis acuciantes problemas económicos. He visto ancianos
de más de 80 años, cargando carretillas de chatarra para venderlas como
materia prima. Los he visto involucrados en negocios ilícitos, todo esto
para aliviar su miseria. La chequera de jubilado es insuficiente ante el
costo de lo imprescindible para subsistir".

"Esta es mi actual vida a grandes rasgos. Sin embargo, puedo asegurarte
que años atrás yo llevaba una vida correcta. Soy simplemente un despojo
humano, ni sombra soy de lo que en aquellos tiempos fui".

"En el año 1962 me incorporé a las Milicias Nacionales Revolucionarias,
participé hasta el 68 en la limpia del Escambray, estuve bajo las
órdenes del teniente Ibrahín González, jefe de compañía. El jefe máximo
en aquel entonces era el comandante Víctor Dreke. También en este
período participé en un pelotón escolta del comandante Rafael Morazán
Limonta."

"Durante estos años, todo se lo entregué a la Revolución. Expuse mi vida
en incontables combates. En el año 1975, nuevamente acudo al llamado del
deber, la recién descolonizada República de Angola, solicita al gobierno
cubano ayuda militar. Me mantuve durante dos años, cuando la situación
bélica estaba mala de verdad. Participé en numerosos combates, lo que me
hizo merecedor de varias medallas y condecoraciones, por el cumplimiento
del deber".

"Muchos compañeros que iniciaron esta lucha junto a mi, perdieron sus
vidas en tierras angoleñas. Otros regresaron a la Patria mutilados,
algunos enfermaron de patologías no conocidas en Cuba. Los que hemos
regresados sanos, estamos espantados de tanto horror. Hoy no quisiera
acordarme de tanta desgracia, tanta sangre, tanta muerte."

"De regreso en Cuba me incorporo a las actividades civiles y laboré en
varios lugares. Jamás he podido conciliar un sueño placentero. Solo en
el alcohol encuentro el sedante para dormir. Pertenezco a la Asociación
de combatientes de la Revolución y de nada me sirve, a pesar de haberme
arriesgado tanto."

"Hoy no quiero retiro, de nada me serviría. No tengo hijos. Si algún día
las fuerzas me fallan, veremos que harán con este despojo humano".

Santa Clara, 12 de enero de 2010.

LA MISERIA, EL PAGO DEL CASTRISMO A LOS HUMILDES QUE UNA VEZ CREYERON EN
EL - Misceláneas de Cuba (13 January 2010)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=25112

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