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Tuesday, January 12, 2010

EN TORNO A LA POSICIÓN COMÚN EUROPEA HACIA CUBA

EN TORNO A LA POSICIÓN COMÚN EUROPEA HACIA CUBA
2010-01-12.
Elías Amor, Economista ULC

(www.miscelaneasdecuba.net).- La alta representante para la Política
Exterior y vicepresidenta de la Unión Europea, la británica Catherine
Ashton, ha pasado su examen ante la Eurocámara y, como no podría ser de
otro modo, se ha referido a las relaciones de la Unión con el régimen
castrista, un asunto que parece no querer escapar de la agenda política,
después del reciente encontronazo entre Zapatero y Moratinos sobre esta
cuestión.

Con sorpresa para los asistentes a la sesión, sobre todo por el
desconocimiento de buena parte de los asuntos externos de la agenda
europea y el escaso tiempo que ha tenido para obtener documentación y
preparación sobre los mismos, la nueva responsable de la diplomacia
europea se ha permitido cuestionar la eficacia de la Posición Común,
empleando argumentos muy parecidos a los que repite de forma continua el
ministro Moratinos.

La británica Ashton cree que después de 13 años en vigor, "los problemas
existen y hay que afrontarlos". En su opinión, "se hace necesario
evaluar los resultados de esta política y estudiar qué cambios conviene
hacer".

Las relaciones de la Unión Europea con el régimen comunista de La Habana
no siempre han sido fáciles. Durante el denominado "período especial",
empresarios europeos, españoles, italianos, franceses, se apuntaron a la
onda de inversiones autorizadas por el régimen comunista para cubrir sus
urgentes necesidades de divisas, al haber perdido el apoyo del sistema
soviético tras el derrumbe del muro de Berlín. Fueron años en los que el
turismo hacia Cuba se convirtió en una plataforma importante para el
desarrollo del sector, con la aparición en la actividad de la Isla de
importantes grupos hoteleros españoles. La extracción de níquel y otras
actividades relacionadas con el sector primario, también pasaron a manos
de empresas extranjeras.

Cuando la urgencia de la necesidad pasó a un segundo plano, el maltrecho
régimen de Fidel Castro volvió a las de siempre y anunció que ponía fin
al proceso de liberalización económica propiciado por el "período
especial". Una nueva ola de recentralización económica y la puesta en
marcha de iniciativas ideológicas en los medios de difusión, así como la
detención y el envío a prisión de los principales disidentes y
opositores, confirmaban que el desprecio a los derechos humanos por la
dictadura comunista de Fidel Castro, volvía a situarse en el centro de
la agenda política.

La Posición Común de la Unión Europea surge como necesaria respuesta a
un régimen que practica la violencia y la intimidación a sus ciudadanos,
que restringe y prohíbe la libre expresión y que no siente el más mínimo
respeto hacia los derechos humanos y las libertades democráticas. El
gobierno del PP encabezado por José María Aznar convenció a los socios
europeos de la necesidad de mantener una actitud ética, cívica y activa
hacia el régimen castrista y exigir pasos claros hacia la democracia
antes de continuar apoyando su existencia.

Se podría afirmar que la Posición Común define un antes y un después en
la política europea hacia el régimen castrista, convertido en el pasado
en un sueño ideológico de la izquierda, para terminar convirtiéndose en
una pesadilla carcelaria que cuenta con muy pocos apoyos en los países
de la Unión.

La Posición Común supone además un esfuerzo diplomático de coordinación
entre Estados Unidos y la Unión Europea en sus relaciones con un régimen
que desprecia los valores compartidos por los dos grandes bloques
atlánticos, en los que la democracia y la libertad son la referencia
fundamental.

Por todo ello, dudar de la Posición Común como hace Ashton porque "los
problemas existen y hay que afrontarlos" no es otra cosa que reconocer
que el problema está en La Habana, en el régimen de Fidel Castro, en su
negativa a aceptar que su tiempo ha terminado y que debe poner en marcha
cuanto antes un proceso de transformación y cambio hacia la democracia y
la libertad. En efecto, el problema existe y es Fidel Castro, no la
Posición Común que está principalmente orientada a marcar la diferencia
entre los que persiguen, delatan y encarcelan a los demócratas, y
aquellos que los defienden y reivindican.

Por supuesto que hay que "evaluar la Posición Común". En esto también
podemos estar de acuerdo con la alta representante. Todas las políticas
europeas son susceptibles de evaluación. Pero cualquier evaluación de
esta estrategia debe realizarse teniendo muy en cuenta lo que podría
haber sucedido en las relaciones con el castrismo si no se hubiera
apoyado esta estrategia coordinada hace 13 años por los gobiernos de la
Unión Europea.

No es extraño que Moratinos siga insistiendo en la bilateralidad para
las relaciones con el castrismo. Desde su fundación en 1959, ese régimen
no ha hecho otra cosa que apoyar su supervivencia por medio de tratos de
favor a nivel bilateral con otros países, evitando así mostrarse cuál es
ante la opinión pública mundial. El régimen comunista de La Habana ha
sabido dividir a sus rivales ideológicos y convertirlos en malditos a
los que se debe perseguir y acosar. Su propia terminología política ha
sido ridícula pero muy efectiva a la hora de referirse a los que
defienden la democracia y las libertades, mafias, gusanos, fascistas,
etc, etc.

Ahora no es el momento de cambiar la Posición Común sino de
implementarla plenamente y hasta sus últimas consecuencias. De exigir al
castrismo que abra sus puertas y se muestre ante el mundo como lo que
realmente es. Sin el juego de la propaganda, el engaño o la distracción.
Ashton, Moratinos y demás, deben tener en cuenta que lo más importante,
lo único que verdaderamente importa, es el futuro en paz y libertad de
todos los cubanos. La Posición Común ha servido para avanzar en estos 13
años y debe seguir siendo la referencia a perseguir.

EN TORNO A LA POSICIÓN COMÚN EUROPEA HACIA CUBA - Misceláneas de Cuba
(12 January 2010)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=25101

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