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Sunday, May 11, 2008

Todavía está por verse qué ocurrirá en lo político

El futuro de los cambios en Cuba
Todavía está por verse qué ocurrirá en lo político
POR MARC LACEY | THE NEW YORK TIMES
May 10, 2008

LA HABANA - Apiladas una encima de otra, allí estaban las ollas
arroceras chinas vendiéndose por $70 cada una. Junto a ellas, delgados
reproductores de formato DVD. A lo largo de la bien abastecida tienda de
aparatos electrónicos había computadoras y televisores, así como otros
electrodomésticos que el presidente Raúl Castro ordenó que se pusieran a
disposición de los cubanos mediante un decreto, o cuando menos a quienes
pudieran costearlos.

Desde que finalmente reemplazó a su enfermo hermano Fidel, de 81 años de
edad, en febrero, Raúl, de 76 años, quien apareció ante cientos de miles
de cubanos en un mitin con motivo del Día del Trabajo en la capital, ha
estado ocupado con una andanada de cambios.

En las últimas ocho semanas, él también ha abierto acceso a teléfonos
celulares, levantó la prohibición que impedía a los cubanos hospedarse
en hoteles de turistas y otorgó a los agricultores el derecho a trabajar
tierra con fines lucrativos.

Hay más en el horizonte, afirman funcionarios gubernamentales, como el
relajamiento de las restricciones que pesan sobre los viajes al
extranjero, la posibilidad de permitirles a los cubanos la compra-venta
de sus propios automóviles y quizá, hasta de sus hogares.

Cada uno de estos cambios pudiera ser microscópico si se contrastan con
los enormes problemas que Cuba enfrenta. Pero, tomados en conjunto,
están sacudiendo a la estoica isla atrapada en el tiempo.

Nadie sabe con certeza hasta qué punto Castro está dispuesto a cambiar
el país que su hermano le dejó y qué está usando como guía. Los
esfuerzos de Mijaíl Gorbachov con miras a revigorizar el débil sistema
soviético dieron paso a su caída y al abandono de Cuba. Resulta más
inspiradora la mezcla de consumismo y política autoritaria y pragmática
que desató el crecimiento y reforzó el mandato del Partido Comunista en
China y Vietnam.

Actualmente, China es el segundo mayor socio comercial para Cuba, en
tanto Vietnam es uno de los primeros países que Castro visitará, según
las propias palabras del mandatario.

"Este es el modelo asiático", afirmó Robert Pastor, catedrático de
relaciones internacionales por la Universidad Americana. "De cualquier
forma, las señales que él ha enviado son tan tenues y tentativas que no
es claro, ni en lo más mínimo, hacia dónde busca llevar a Cuba o hacia
dónde avanzará Cuba".

Marifeli Pérez-Stable, vicepresidenta de Diálogo Interamericano, grupo
de análisis estratégico, dijo: "El nunca va a decirlo. Ni siquiera estoy
segura que él lo sepa. Sin embargo, está siguiendo a China, e incluso
más a Vietnam", lo cual significa que Castro se estaba ciñendo a un
enfoque más pausado".

Al igual que en dichos países, la libertad económica es una cosa, y otra
muy diferente la libertad política. Con respecto a esta última, el
gobierno cubano ha dado toda indicación en cuanto a su intención de
mantener las cosas como están.

Los primeros cambios experimentales de Castro ya expusieron por completo
una incómoda realidad, con potencial desestabilizador, en un país que
durante 50 años ha sido gobernado como uno de los sistemas socialistas
más rígidos en el mundo.

Muchas interrogantes
Otra interrogante pendiente gira en torno a saber si este enfoque dejará
o no satisfecho a los cubanos, que rápidamente se están volviendo más
conscientes de su relativa privación de consumo. Una máquina para hacer
arroz, por sí sola, cuesta más de tres meses de sueldo promedio otorgado
por el Estado. Las conversaciones en las calles, lejos de las filas de
gente que compra lo que apenas está a su disposición, revelan inconformidad.

Javier, programador de computadoras, de 25 años de edad, ya se decidió
con respecto a marcharse de Cuba tan pronto como pueda, con rumbo a
California. "Por favor, estos cambios solamente favorecen a una diminuta
parte de la población", dijo, sentado sobre el malecón de La Habana y la
mirada clavada en el océano.

"Nosotros, que nos levantamos temprano cada mañana para tomar el
autobús; nosotros, que nos hemos sacrificado no podemos darnos el lujo
de todo esto", agregó. "Me encantaría ir a un lujoso hotel con mi novia
a pasar una o dos noches. Pero, vamos, sencillamente no puedo. No podría
costearlo, ni siquiera en sueños".

Incluso para quienes sí pueden, es un viaje a otro mundo que
prácticamente estaba vedado apenas unas cuantas semanas atrás.

"Siempre han existido clases diferentes, pero ahora son más visibles",
explicó Mara Ileana Faguaga, antropóloga que vive en La Habana y estudia
en la agobiada población negra de Cuba. "Ahora, sólo hace falta ver
quién lleva un teléfono celular".

Un chofer de taxi que avanzaba por el Malecón quien, al igual que la
mayoría de los trabajadores cubanos, recibe su salario del Estado, sacó
un Nokia de su bolsillo esta semana. "Este tiene cámara y Bluetooth",
dijo haciendo alarde. Una de las acciones de mayor alcance por parte de
Castro pudiera ser su anuncio relativo a darles a los agricultores el
derecho a manejar tierra ociosa con fines lucrativos. Cuba gastó $1,400
millones el año en importaciones de comida, y, como consecuencia de los
aumentos en los precios de alimentos, gastará $1,900 millones este año
para obtener 20 por ciento menos de comida, lo cual ha sido calificado
por funcionarios como una situación insostenible.

http://www.sun-sentinel.com/news/local/cuba/sfl-flelamcuba0510brmay10,0,7302393.story?track=rss

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