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Tuesday, May 27, 2008

Homosexuales viven una inédita apertura en Cuba

Mayo 24 de 2008

Homosexuales viven una inédita apertura en Cuba

Por primera vez en la historia de la revolución hubo una gran semana
sobre la diversidad sexual. La hija de Raúl Castro lidera la 'apertura'.

"(...) Que no digan nunca más: 'Ahí va un homosexual'. ¡No! ¡No!, ya que
tanto hemos luchado por la libertad, que se respete nuestra singularidad".

Eusebio Leal, reconocido historiador de la ciudad de La Habana,
sorprendió con esa frase el pasado mes de abril durante el Congreso de
la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac). Oficialmente quedaron
atrás aquellos años (1960-1970) cuando la sospecha de un gusto diferente
o el pelo muy largo llevaban al implicado (a) directamente a las
eufemísticamente llamadas 'Unidades Militares de Ayuda a la Producción
(UMAP)'.

Antes, 'enfermos e inadaptados'

Era el período del denominado 'quinquenio gris', como se conoce en Cuba
a la etapa de 'cacería de brujas' de la década del 70 contra
intelectuales y artistas acusados de homosexualidad, falta de compromiso
con la revolución o desviacionismo ideológico.

En esos años, eran recluidos en campos de trabajo o marginados socialmente.

Los homosexuales se veían entonces como "enfermos e inadaptados"
socialmente, explica el doctor Alberto Roque, uno de los especialistas
de Diversidad Sexual del Centro de Educación Sexual (Cenesex).

Pero las cosas están empezando a cambiar lentamente para los
homosexuales cubanos. A la par de la cierta apertura que ha marcado la
llegada de Raúl Castro a la Presidencia, una visión diferente sobre el
homosexualismo está empezando a instalarse.

Mariela Castro Espín, hija del Presidente y directora del Cenesex,
organizó una semana de debates, películas -en cines y TV- y espectáculos
para que la marginación histórica hacia los homosexuales de la isla dé
un giro.

El trabajo de la doctora en sexología para defender los derechos de las
minorías sexuales no es nuevo, pero tuvieron que pasar varios años antes
de poder hacer alarde público. El encuentro de este mes, el primero en
la historia de la revolución cubana, contó con el visto bueno del
Partido Comunista de Cuba.

"Es una señal de que hay comprensión, de que ya están integrándose y
participando más activamente en este proceso", dijo Castro. Sin embargo,
descartó, por ahora, la celebración del Día del Orgullo Gay: "No
queremos provocar, no queremos molestar, no queremos transgredir a
nadie. Solo queremos involucrarlos en la comprensión de la necesidad de
ser más humanos".

Apoyados por un peso pesado

El colofón de la celebración fue el 17 de mayo con la celebración del
Día Mundial contra la Homofobia, una jornada completa de intercambios
dialécticos, reparto de folletos, condones y explicaciones sobre la
prevención de enfermedades de transmisión sexual, y la presentación del
libro: 'La transexualidad en Cuba'.

Toda una novedad ver a Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea
Nacional, junto a gays, transexuales y lesbianas que rebosaban de
felicidad por poder compartir con políticos y reconocidos artistas e
intelectuales.

"Creo que es una buena iniciativa, es un tema que genera preocupación
alrededor del mundo y me parece bien que Cuba lo esté conmemorando de la
manera adecuada", dijo Alarcón sobre la homofobia.

También comentó que varias comisiones del Parlamento estudian una
propuesta de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) para conceder
mayores derechos a grupos diferentes mediante la modificación del Código
de Familia.

Si se aprueba, lo que podría estar próximo, se reconocería las uniones
legales entre homosexuales y daría la oportunidad de realizar
operaciones de cambio de sexo financiadas por el Estado.

La Organización Mundial de la Salud suprimió la homosexualidad y
bisexualidad de su lista de enfermedades mentales el 17 de mayo de 1990.
Tres años después, la multipremiada película cubana Fresa y Chocolate
rompió el tabú y sacó a la palestra nacional el tema de la diversidad
sexual. Sin embargo, Joise (adaptación sui generis de José) todavía hoy
sale de su casa en Guanabacoa, un municipio próximo a La Habana, con
ropa de hombre.

"Es para no disgustar a mi mamá que no me acepta como soy", dijo a EL
TIEMPO. En casa de una amiga se convierte en una escultural mujer de
contoneo envidiable que pasea su palmito con orgullo por la confluencia
del malecón y la calle 23, lugar de cita obligado en la capital para la
comunidad gay-lésbica.

MILAGROS LÓPEZ
PARA EL TIEMPO
LA HABANA

http://www.eltiempo.com/internacional/latinoamerica/noticias/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-4206985.html

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