2007-08-06.
Heriberto Portales Rodríguez
El Marxismo es una corriente filosófica surgida a mediados del siglo
XIX, entre los años 1841 y 1895, período donde se desarrolló y consolidó
como sistema teórico. Karl Marx, ayudado por F. Engels, fue su constructor.
Este sistema, en sus inicios tuvo una inclinación existencialista, ya
que se dedicó fundamentalmente a encontrar una explicación ontológica a
la relación ser-conciencia, a la cual Marx le daba un carácter primario
a la primera (ser) con respecto a la segunda (conciencia), dando a la
luz su tesis de que "el hombre vive como piensa".
Esto trajo como consecuencia algunas conjeturas en el medio filosófico,
porque de ser aceptada, así como si se estuviera bebiendo una copa de
Tequila al strike, se llegaba a las siguientes hipótesis: si se vive
bien, se piensa bien. Si se vive regular, se piensa regular. Si se vive
mal, se piensa mal; y si no se vive, no se piensa (¡Qué bárbaro, mejor
que Descartes!).
Ante este intríngulis tan difícil de explicar como de descifrar, Marx
elabora una segunda tesis donde plantea que, aunque el ser y la
conciencia son distintos entre ellos, existe cierta relatividad. Así,
dejaba abierta la puerta para que cada cual interpretara esto a su
conveniencia. Y así, su teoría salía más limpia que una camisa de una
lavandería (esto fue como un Home Rum con las bases llenas, o un Gol
anotado desde el medio campo).
Después de esto le dio por ponerse a boxear con Feuerbach, sobre la
enajenación esencial del hombre. Limitando empero la tesis de este gran
filósofo, ya que esta enajenación (Marx) la veía sólo a partir de las
relaciones de producción, donde unos se apropiaban del trabajo de los
otros, lo cual traía por consecuencia que se perdiera el conocimiento de
su existencia. ¡Ayúdenme, por favor! ¿Qué tiene que ver que uno
fabrique zapatos para un productor, con su autoestima?
En seguida, apoyándose en esto, comenzó a echarle al sistema de
propiedad (ojo, ya comenzó la fiesta) y planteó de forma rotunda, que
sólo mediante la abolición de la propiedad privada y la implantación de
una economía planificada, y un estado centralizado, la enajenación
esencial del hombre desaparecería por completo (Ja, ja, ja).
Apoyándonos en otra tesis marxista, de que sólo la práctica es el fin,
fundamento y criterio de la verdad; o sea, que solo es cierto lo que es
probable, reflexionemos.
V. I. Lenin fue un práctico del marxismo, construyó el primer sistema
socialista nacional en los límites del ex Imperio Ruso. Posterior a la
culminación de la Segunda Guerra Mundial, surgió todo un sistema
socialista mundial que duró (me duele decirlo) desde 1945 hasta cerca de
1995 (recuerden Yugoslavia).
Si se le preguntara a los seres que tuvieron la suerte (me vuelvo a reír
aunque no lo crean), de vivir durante todo esos años en un sistema de
economía planificada, un estado que planificaba hasta la forma en que se
debe orinar, si se sentían más libres esencialmente, o más enajenados...
¿Qué responderían?
La respuesta es obvia, ya que todos conocen lo sucedido. Lástima que
Marx no hubiera vivido lo suficiente para poder ver los resultados de su
teoría.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=11056
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