Tras la muerte de un disidente
Nuestros más sinceros agradecimientos a todos los medios de comunicación
que han hecho posible que la muerte de nuestro hermano, Miguel Valdés
Tamayo, no haya pasado por alto. Ante tal injusticia nos sumamos al
sentir de todas aquellas personas que luchan por la libertad de Cuba.
Llamamos a Miguelito por teléfono exactamente el día de su cumpleaños,
20 de diciembre, y nos comunicó que le habían hecho un acto de repudio
en la casa, donde sufrió una golpiza que le desestabilizó su salud y a
partir de ahí comenzó a agudizarse su problema. Estando internado en el
hospital Julio Trigo, la esposa nos comunica que le administraron un
medicamento que no debían y por eso estaba inconsciente y no
reaccionaba. De ahí que su salud se deterioró aún más, ya que el
medicamento era para la úlcera y no para el corazón.
A nosotros lo que nos causa dolor es el saber que nuestro hermano sólo
luchaba por sus derechos y los del pueblo cubano. Era un luchador
pacífico y molestaba su forma de pensar por ver las cosas tal y como
eran. No entendemos cómo a una persona con tal nivel intelectual el
gobierno cubano le niegue estar junto a su familia y abuse de su estado
de salud.
El gobierno cubano es el responsable de que nosotros no estuviéramos
juntos como soñábamos, como también es responsable de su muerte. Para
nosotros queda y quedará siempre que son los asesinos en este hecho.
Regla Ayón Tamayo
Caridad Ayón Tamayo
Maikel García Valdés
Hermanas y sobrino de Miguel
Fort Worth, Texas
http://www.miami.com/mld/elnuevo/news/world/cuba/16474906.htm
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