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Saturday, January 06, 2007

Disidentes se mantienen a la expectativa ante el nuevo liderazgo democrata en el Congreso de EE UU

Disidentes se mantienen a la expectativa ante el nuevo liderazgo
demócrata en el Congreso de EE UU

En cuanto a la ayuda financiera estadounidense, las opiniones se dividen
entre quienes la apoyan, la rechazan o consideran que es un asunto del
que deben encargarse los exiliados.

Agencias

viernes 5 de enero de 2007 13:26:00

Los miembros de la oposición interna cubana se mantienen a la
expectativa ante las posibles oportunidades o cambios que traerá el
liderazgo demócrata en el Congreso de Estados Unidos en la política de
ese país hacia la Isla y en el apoyo a la disidencia.

Según la agencia IPS, para algunos sectores de la oposición, el
liderazgo asumido por el Partido Demócrata esta semana debería
posibilitar eventuales cambios en la estrategia de enfrentamiento que
lleva adelante el gobierno de George W. Bush, del Partido Republicano.

"Es necesario que Cuba y Estados Unidos pongan fin a la guerra fría",
comentó Manuel Cuesta Morúa, portavoz de coalición socialdemócrata Arco
Progresista.

En su opinión, se podría "ir preparando las condiciones para un
intercambio y diálogo" con el gobierno que venga después de Bush, que
probablemente "no será republicano".

"Seguimos siendo críticos del embargo", indicó Cuesta Morúa, en
referencia a la postura de su coalición en cuanto a la política
restrictiva que Washington mantiene contra Cuba desde hace más de cuatro
décadas. También se manifestó contrario al plan de la estadounidense
Comisión de Asistencia para una Cuba Libre.

A juicio del líder disidente, "lo que ha cambiado es la disposición" de
la Sección de Intereses de Estados Unidos en la Habana (SINA) para
"escuchar a todas las alternativas de la oposición".

En un hecho inusual entre los miembros del Arco Progresista, Cuesta
Morúa mantuvo un encuentro a fines de noviembre con el actual jefe de la
legación diplomática estadounidense en Cuba, Michael Parmly.

Según Cuesta Morúa, el jefe de la SINA mostró disposición para "abrirse
a la realidad cubana total y diversa" y, a la vez, dejó claro que "su
misión no es dictar pautas de por dónde debe ir la transición en Cuba,
un asunto que compete a los cubanos".

"Sobre esa base aceptamos dialogar", dijo el dirigente opositor, quien
considera que la disidencia terminó 2006 "con un grado de legitimidad
que es irreversible".

Desde su óptica, el gobierno en funciones encabezado por Raúl Castro,
habría optado por aceptar que "la oposición es un hecho real" en la Isla.

Sin embargo, Elizardo Sánchez Santacruz, presidente de la Comisión
Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), estimó
que "hablar de oposición en el país podría ser un término (…) un poco
grande o sobredimensionado.

"Somos muy pocos", dijo. No obstante, "existe un movimiento de derechos
humanos y pro democracia que sufrió un golpe muy duro en 2003, pero que
se ha ido reponiendo de eso y cada día tiene más visibilidad", indicó en
referencia a la oleada represiva que ese año envió a la cárcel a 75
opositores condenados severas penas.

El tema de la ayuda financiera de Estados Unidos a la disidencia interna
es utilizado por el gobierno cubano para calificar a sus adversarios de
"mercenarios" al servicio de una potencia extranjera. Ese argumento fue
el utilizado para encarcelar a los miembros del grupo de los 75.

En noviembre, un informe de la Oficina de Contabilidad del gobierno de
Estados Unidos (GAO por sus siglas en inglés), según el cual fondos
asignados para apoyar a la oposición fueron mal empleados, volvió a
sacar el tema a relucir.

El estudio fue encomendado por los congresistas Jeff Flake, republicano,
y William Delahunt, demócrata, partidarios de un cambio en la política
de Washington hacia La Habana, quienes a mediados de diciembre
encabezaron una delegación bipartidista que visitó esta Isla, y que no
se entrevistó con miembros de la disidencia.

"Estados Unidos ha gastado millones de dólares para ayudar a la
democracia en la Isla con pocos o ningún resultado", se quejó Flake, en
declaraciones a la prensa de su país.

En las filas opositoras cubana, la reacción al informe fue desde el
rechazo a la demanda de que se normalice el respaldo que la Agencia para
el Desarrollo Internacional estadounidense (USAID) dedica a
organizaciones que trabajan por un cambio político en la Isla.

"La mayoría de los activistas del movimiento disidente viven en
situación de pobreza y no se les puede pedir que renuncien a esa ayuda
para evitar acusaciones de mercenario", comentó Sánchez Santacruz.

El líder de la CCDHRN y otros tres conocidos opositores enviaron una
carta a Flake y Delahunt en la que pedían la reanudación de una
asistencia que "resulta urgente y vital", para los "prisioneros
políticos" y sus familias e integrantes del movimiento de derechos humanos.

"La gente necesita alimentos, medicina y ropa, así que estamos a favor
de cualquier forma de ayuda humanitaria que se pueda generar, incluso
del gobierno de Washington", subrayaron esa misiva.

Los otros firmantes del texto fueron Martha Beatriz Roque, presidenta de
la Asamblea para Promover la Sociedad Civil; Gisela Delgado, directora
del Proyecto de Bibliotecas Independientes, y Vladimiro Roca, líder del
Partido Socialdemócrata de Cuba.

"La mayoría del movimiento de derechos humanos y pro democracia ve a
Estados Unidos, a la gran república del Norte, como un aliado, un amigo,
una fuerza que nos apoya ahora y nos debe apoyar después", dijo Sánchez
Santacruz, según IPS.

Para el activista, las excepciones en ese sentido son pocas, aunque
alertó que a veces parecen "demasiadas" esas esperanzas puestas en
Washington, que lleva "siglo y medio influyendo en los asuntos de Cuba".

Por su parte, el opositor Eloy Gutiérrez Menoyo, opinó que las ayudas
financieras "ponen en entredicho la independencia de los que se
enfrentan al gobierno de la Isla por la vía pacifica y con un pedido de
apertura democrática".

"Si hay tantos exiliados cubanos con buena posición económica, deberían
ser ellos quienes ayuden a la disidencia interna", consideró Gutiérrez
Menoyo, que considera la vía del enfrentamiento estadounidense una
estrategia que "no contribuye para nada a la democratización de Cuba".

Gutiérrez Menoyo lidera Cambio Cubano, una organización que fundó en su
exilio en Estados Unidos. Vive en la Isla desde 2003, aunque sin
conseguir aún la autorización legal de residencia.

También el Arco Progresista marcó distancias respecto de la asistencia
gubernamental de Washington.

Desde su punto de vista, una cosa es el apoyo de la sociedad civil, de
organizaciones no gubernamentales, y otra el proveniente de gobiernos.

"Nosotros rechazamos esos fondos porque provienen de un gobierno que
está en virtual guerra con Cuba y, fácilmente quienes los reciben son
considerados enemigos en este país", dijo Cuesta Morúa.

http://www.cubaencuentro.com/es/encuentro-en-la-red/cuba/noticias/disidentes-se-mantienen-a-la-expectativa-ante-el-nuevo-liderazgo-democrata-en-el-congreso-de-ee-uu/(gnews)/1167999960

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