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Friday, January 19, 2007

Criminalizar la vida

POLITICA
Criminalizar la vida
Juan González Febles

LA HABANA, Cuba - Enero (www.cubanet.org) - Preguntar a estas alturas,
cómo se alcanzó un consenso nacional encaminado al Cambio en Cuba es
pueril. Primero habría que preguntarse qué es vivir en Cuba. La
respuesta podría encontrarse en la desmesura de su población penal. O en
las condiciones que hacen la vida difícil y azarosa para la mayoría de
los cubanos.

Hace un tiempo, surgió una modalidad entre los historiadores de situar
los análisis históricos en la perspectiva de la cotidianeidad del hombre
sencillo. Escribir la historia a partir de los grafittis y de los
utensilios de la vida diaria, hallados en los hogares sencillos.

Estos historiadores ven la historia con ojos de hombre sencillo de
pueblo, que la sufre y que la hace.

Para ellos, Aníbal no habría cruzado los Alpes. La hazaña habría que
verla desde la perspectiva del númida anónimo sobre los hombros de su
elefante. O del soldado raso cartaginés, que hizo las agotadoras marchas
de infantería. ¿Cuántas vidas y sueños individuales rompieron Aníbal y
sus generales para escribir la gesta que se les atribuye?

La historia tradicional está escrita por tipos que en sus distintas
etapas trascendieron por criminalizar los sueños ajenos. Su crueldad
innegable aparece enmascarada en las páginas consagradas a las hazañas
que verdaderamente no les pertenecen.

En Cuba la vida está criminalizada. Vivir es delinquir. Soñar es
peligroso. Empezó con aquella consigna de 0 compras, 0 cabaret, y 0
cine. Para reafirmar el cumplimiento de aquella iniciativa, se colocaban
bombas en lugares públicos. Fue el inicio de las prohibiciones y las
limitaciones que el régimen de Fidel Castro impondría al pueblo de Cuba.

Hoy aquella bárbara consigna se ha impuesto en todo el espacio nacional.
La miseria absoluta la consagra y las fuerzas productivas, permanecen
atadas porque la actividad y los derechos económicos se encuentran
criminalizados por leyes injustas.

El cubano sencillo que desde su miseria y su fe mancillada apoyó a la
revolución de Fidel Castro y le entregó sus sueños y hasta la vida,
recibió a cambio cadenas, miseria y prohibiciones. En Cuba, para
mantener a la élite que disfruta sin escrúpulo de casas suntuosas,
automóviles modernos y todas las ventajas de la satanizada globalización
neo liberal, se obliga al pueblo a vivir una existencia miserable y
llena de limitaciones.

El pueblo de Cuba sufre de 0 compras, porque no tienen poder adquisitivo
para comprar. Se padece de 0 cabarets, porque esos centros están
consagrados a los extranjeros o están limitados por las barreras que la
miseria impuesta por el sistema castrista consagra. En relación con los
cines, están destruidos en su gran mayoría y sometidos a absurda censura
en su programación.

Soñar con un automóvil nuevo está criminalizado, igual que cambiar de
vivienda o viajar. Todo lo hermoso, que hace la vida digna de ser
vivida, está limitado al disfrute de la élite verdeolivo. Los Derechos
Humanos del hombre, son violados sistemáticamente por la familia Castro
y el resto de la docena y más, de familias del poder en Cuba.

En Cuba, los cubanos carecen de la posibilidad de poseer desde un
telescopio hasta un teléfono celular de más de 100m de alcance. Poseer
una pequeña embarcación -en una isla- está limitado por severas
regulaciones para el cubano promedio. Mientras, Castro y sus generales y
miñones poseen yates y hasta casas para su solaz y esparcimiento en las
mejores playas.

Leyes injustas dirigidas a criminalizar la vida y los sueños se
enseñorean en el paisaje cubano. Las leyes migratorias vigentes en Cuba,
son además de violatorias del derecho de los cubanos, criminales. Son
criminales porque condenan a la balsa y mantienen artificialmente
separada a la familia cubana.

En Cuba, se criminaliza vivir y se criminaliza soñar. Criminales son las
leyes que privan a los cubanos de garantías procesales y consagran leyes
como la de "Peligrosidad social".

La pena de muerte aplicada por "razones de estado" y su mero
establecimiento en nuestro medio es otra práctica criminal impostada en
Cuba por la élite verdeolivo.

Propio de criminales y de personas sin entraña es criminalizar la vida y
los sueños de todo un pueblo. Crimen horrendo es privar a toda una
nación del derecho al decoro y a vivir con libertad. Esta es la gran
deuda que han contraído con la nación cubana Fidel, Raúl Castro y el
grupo de poder que les sostiene.

jgonzafeb@yahoo.com

http://www.cubanet.org/CNews/y07/jan07/18a9.htm

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