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Thursday, January 04, 2007

Apaga y vamos

LABORALES
Apaga y vamos
Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba - Enero (www.cubanet.org) - Por menos problemas que los
que afrontan los trabajadores cubanos en la actualidad, reflejados por
estos días en la prensa oficialista, un día de 1964 el viejo comunista
Faustino Calcines, entonces viceministro del Trabajo, dijo en plena
asamblea de dicho organismo una verdad más grande que un iceberg: "apaga
y vamos".

Los empleados de ese ministerio se quejaban de muchas cosas y planteaban
las dificultades que afrontaban cuando se viajaba al interior del país
en gestiones de trabajo. Yo estaba presente en aquella reunión histórica
donde el luchador marxista dijo exactamente: "Si todo está tan mal como
ustedes dicen, entonces apaga y vamos". Pero el régimen ni apagó ni se fue.

Estaba bien claro lo que Calcines quería decir. A los pocos días, el 8
de diciembre, el ministro del Trabajo y Seguridad Social, Comandante
Augusto Martínez Sánchez, se disparó al corazón con su pistola calibre
45, en su propio despacho y a pocos metros de Graciela Tazende, su bella
secretaria.

Vienen a mi mente estos recuerdos cuando leo que las nuevas resoluciones
sobre reglamentos disciplinarios y jornada laboral no pueden
implementarse porque no existen en el país las condiciones necesarias
para ello, y que por esa razón fueron aplazadas hasta el próximo mes de
abril.

Las causas son las mismas de siempre: los graves problemas del
transporte, la falta de círculos infantiles y comedores obreros, el
burocratismo que sufren los trabajadores cuando van a realizar gestiones
personales a la calle dentro de su horario de trabajo, la falta de
iluminación en los centros laborales, etc. Esto alega la prensa.

Luego señala que en las reuniones los trabajadores no manejaron
correctamente el tema de las resoluciones. O sea, que también los
trabajadores son culpables de su aplazamiento, tanto como las malas
condiciones del país.

Según comentarios de la población, las reuniones efectuadas para la
implementación de dichas resoluciones estuvieron al rojo vivo. Ya los
trabajadores no se callan lo que piensan, y lo que piensan todos lo
sabemos bien. "No hay solución", fue la frase que más se repitió.
Porque, ¿quién va a creer que en sólo tres meses -lo que falta para
abril- se va a resolver el problema del transporte, los círculos
infantiles, los comedores obreros, la iluminación, los equipos de
protección laboral? ¿Quién o quiénes son los ingenuos que creerán que en
sólo tres meses desaparecerá el burocratismo a nivel nacional, un mal
congénito de cualquier socialismo, ya sea del fallecido, o del otro que
llaman del siglo XXI?

El gobierno cubano guardará como recuerdo sus resoluciones y tendrá que
olvidarse de la emulación especial por el 40 aniversario de la caída de
Ché en Bolivia. ¿Cómo emular en condiciones adversas?

Los trabajadores cubanos continuarán tratando de resolver sus trámites
personales en los organismos del Estado dentro del horario laboral, y
dándose una escapadita a casa para llevar algo al estómago. Y mamá, como
el niño no tiene círculo infantil, no asistirá diariamente al trabajo.

Ah, se me olvidaba: los centros laborales seguirán en penumbras, con los
muebles rotos y las máquinas detenidas.

Ya lo dijo Calcines en aquella oportunidad y muy pocos lo entendieron:
"apaga y vamos".

http://www.cubanet.org/CNews/y07/jan07/04a6.htm

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